Después de la misa, volvimos al campamento e hicimos una reflexión en patrullas sobre el compañerismo: " Somos una red". Pero al poco rato empezó a llover, todos nos pusimos ropa de abrigo y continuamos en el salón principal. Cuando terminamos el trabajo por patrullas, tuvimos tiempo libre para jugar y bailar. Llegó la hora de la comida y seguía lloviendo, así que nuestros monitores prepararon las mesas en el porche y en el salón. Comimos todos juntos macarrones con tomate, filetes y sandía. Cuando terminamos, paró de llover, y continuamos los juegos por el pueblo hasta la hora de los talleres.
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